Equipo: Carlos Peréz, Felipe Langebaek y Jean Carlos Rodríguez.
La escuela Organizar, localizada en Honda, hace parte de un sistema de sedes educativas a nivel nacional, interconectadas por la mejor forma de viajar al campo: en tren. Este sistema de transporte, que ayudó a construir riqueza e industria inter-conectada con el mundo, fue olvidado con la priorización del transporte vehicular individual hasta convertirse en ruina. La industria quebrada de la harina, proveniente de la colonización ahora servirá para que el campo se localizarse en las ciudades. Lo que queda de este tejido es una serie de inmensas ruinas industriales, y una tenue cicatriz de tren cuya existencia se hace visible gracias a los vestigios de las antiguas estaciones férreas. Para recuperar la memoria de estas ruinas es necesario pensar en un proyecto autosuficiente y cuya transformación se gestione por etapas, siguiendo los tiempos del campo y de la vida misma, los cuales son muy diferentes al tiempo de las ciudades al que está acostumbrado el nuevo ser maíz.
Se decide utilizar una serie de módulos fabricados con la guadua sembrada previamente en el lugar, los cuales permiten la aparición de aularios que transforman su uso con el pasar del día. Lo anterior genera una amplia gama de actividades productivas y sociales, tanto diurnas como nocturnas, que incentivan el aprendizaje y el relacionamiento. Así, se proponen lugares donde los estudiantes aprenden de las experiencias exitosas de los sabios de la comunidad, de los saberes guardados en los bancos de semillas, y el trabajo en las salas de cómputo que interconectan a las comunidades rurales y a los nuevos habitantes del campo con el resto del mundo. En definitiva, la escuela Organizar propone un programa educativo en donde el hacer del campo, el reconocimiento de los elementos naturales, y la transformación de la materia prima configuran los principales pilares de un futuro en el campo.
Cultivo de peces
Mercado
Aulas
Espacio de sabios
Cultivo de guadua y estación del tren
Primera etapa: naranja. El aprendizaje comienza desde que se llega. Se apropia la ruina y se hacen las intervenciones esenciales para que sea habitada; se reconoce el tercer paisaje, se hacen las primeras siembras y se comienza la construcción de las torres de graneros a medida que la guadua va produciendo. La cocina comienza a funcionar.
Segunda etapa: Azul. Se construyen los aularios con la guadua producida. Los sabios ocupan el espacio y aplican sus saberes en la tierra. El edificio Bavaria es tomado para guardar semillas, información, ser aulas y espacio de investigación tecnológica. Se terminan los tanques de agua y se comienza a hacer el espacio de siembra de peces.
Tercera etapa: Roja. Ya el espacio anfibio está terminado y hay productividad que se comparte mediante los mercados. Se alcanzan las estrellas con el observatorio.
Amarillo: Maíz.
